Capadocia: El Viaje Mineral

Cuando llegamos a Göreme mi corazón paro un instante, y como si quisiera volver a nacer, tome una gran bocanada de aire para reconocer que ese lugar era real.  No podía creer lo que veían mis ojos: era el tiempo congelado en la caverna, la cueva, la piedra, las entrañas de la caverna prehistórica donde la humanidad fue parida.  ¡La perfección mineral! ¡La arquitectura de Dios!