Samú: estar adentro

hora tras hora

el monje mira crecer

sus ahuyamas

Salim Bellen

Samú es intimidad con la vida cotidiana

Incluir la manos para revertir la fuga, aplicación instantánea para una cotidianidad con sentido y simpleza creciente:

lavar la losa, limpiar la casa, arreglar la cama, plantar una semilla, cocinar los alimentos, dibujar, escribir a mano, tejer, …etc.,

La atención plena de la acción cotidiana como un instrumento para liberar la obsesión dirigida y persistente; como dicen los antiguos maestros del Soto Zen: manos ocupadas, mente libre. 

Acostumbrados a la evasión, a desdeñar de los hábitos, el ser se maltrecha en la búsqueda de lo nuevo y excitante. La práctica del Samú es un retorno a la materialidad de la vida através de la materialidad de las manos y el contacto con las cosas vibrantes y vivas. Samú es la labor diaria realizada sin provecho, es una forma activa de continuar la meditación de zazén pero en la vida cotidiana. Todas las actividades se vueven sagradas, dignas, porque son ellas también vehiculos para la recupeación de la intimidad con nosotros mismos.

Una mente puesta en la acción presente: samú y zazen, la dupla existencial y cotidiana para agarrarnos de nosotros mismos, para construir la interioridad necesaria para una vida sin fugas. 

serenamente

de la luna al jardín

caen las hojas

Salim Bellem


Si deseas conocer más sobre la práctica de Zazén puedes visitar este sitio web:  https://www.fundacionzen.org/

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